Después de casi tres años de uso, lo compré a finales de 2014, solo tengo buenas palabras para el iPhone 6. Uno de los pocos cachivaches que me acompañan durante todo el día, considero que el uso que le doy es intensivo, aunque solo sea para ver la hora. La versión que tengo es la de 64 GBytes en versión plata, si tuviera que cogerlo ahora, volvería a coger la misma versión, por cambiar algo cambiaría el color por el gris espacial, creo que cogí la versión plata porque mi anterior iPhone era de color negro.

Así que el blanco era un pequeño cambio que me apetecía hacer y del cual no me arrepiento.

La cámara de fotos y el comportamiento del aparato cuando estas usandolo es sencillamente perfecto. Esta claro y más a estas alturas que hay aparatos con unas mejores especificaciones técnicas, pero lo que es más difícil de conseguir, es un conjunto que opere de forma tan fluida y sin fisuras después de tres años de uso. Todo es mejorable, pero lo que ofrece un iPhone es: fluidez de funcionamiento, diseño y un buen acabado.

El sistema operativo, solido, capado y bien diseñado, está todo donde tiene que estar, desde que uso iPhone 3, 4G y en este caso 6, no he tenido la necesidad de formatearlo ni perder el tiempo haciendo no sé que limpieza sencillamente siempre ha funcionado como se espera de él.

Hay un punto, en el que el iPhone desde mi punto de vista ha ido a peor.

No recuerdo en que versión de iOS la cagaron lo que si sé, es que la aplicación Música, ha empeorado con el tiempo, me gustaba cuando en la barra inferior podía ver la música ordenada por listas, artistas, canciones, álbumes, etc. ahora en su lugar veo una división mas pobre y que dificulta que encuentre lo que necesito. Para mí, la barra inferior debería de ser como en las anteriores versiones, además el icono «Radio» me sobra y la considero una ofensa. Por otra parte, echo de menos la vista horizontal (coverflow), esa donde podía ver los discos como en una estantería flotante, era un efecto que me gustaba inútil pero me gustaba, lo que puede fardar con mi iPhone 3 y esa chorrada, lo mejor era ver al resto de móviles de la época intentando hacer lo mismo, la comparación me hacia sonreír mientras veía al propietario de ese nuevo iPhone killer cargarse aplicaciones para que la simulación la hiciera un poco más fluida, lamentable pero muy gracioso.

Haciendo memoria todavía recuerdo haber leído en algún sitio, como el director general de Nokia no estaba preocupado por la llegada del iPhone 2, el hombre casi acierta. Antes de tener mi primer iPhone entre las manos tube el Motorola V3, lo compré en una tienda de Vodafone con lo que el terminal traía un software rarito y muy cutre, ese era el primer fallo del móvil. La mecánica y el diseño del equipo revolucionarios, el teclado sencillamente insuperable, pero el segundo punto débil era la puntilla, la pantalla estaba protegida por un trozo de plástico que se llenaba de polvo en el interior este punto hacia que un móvil tope de gama pareciera un cachivache del todo a 100. Ahí está el resultado las dos compañías medio muertas.

Volviendo al iPhone 6 y hablando de autonomía lo que puedo decir es que su rango de trabajo es correcto. Soy de hábitos cuadriculados, todas las noches antes de acostarme lo penúltimo que hago es poner el móvil a cargar y se queda enchufado hasta el día siguiente. Casi tres años después la batería sigue alimentado los circuitos del aparato sin muestras de flaqueza.

La pantalla es nítida y responde con precisión a las ordenes de mis dedos y eso que ha sufrido los castigos de varios críos golpeando el cristal sin ningún tipo de consideración ni piedad. Además, siempre cabe la posibilidad de que el terminal termine estampado contra el suelo, ya se sabe los críos son los usuarios más exigentes y funcionan en modo random, no ven, ni el peligro, ni las consecuencias de sus actos y si no pasan la pantalla del juego de turno, es muy posible que el terminal sufra torsiones y pruebas de impactos de lo más inusual.

Llegados a este punto del texto solo me cabe decir que la compra fue acertada lo volvería a comprar sin ningún tipo de dudas, eso sí echo de menos la imagen de uno de mis colegas borrando aplicaciones de su iPhone Killer mientras giro el móvil para ver las carátulas de mis discos.