Mi fiel amigo se está muriendo, creo que él lo sabe, pero no lo quiere admitir y sigue trabajando sin descanso, el paso del tiempo y el trabajo duro han hecho estragos en su fisiología, no sé cómo despedirme de él, me ha acompañado en mis mejores y peores momentos, me conoce en profundidad, en algunos casos incluso mejor que yo mismo. Pero ya va siendo hora de ir pensando que necesito otro compañero de viaje primo hermano de éste, mi primer cepillo eléctrico. No obstante, tengo que pensar en la mejor forma de acabar con él, puede ser llevándolo a un punto limpio, pero en este caso no es el final que se merece un aparato que lo ha dado todo hasta el final, mi más fiel compañero de fatigas se merece mucho más, pero la pregunta que me hago es: ¿Cómo puedo dar muerte y entierro a una máquina perfecta? La firma Alemana Braun con este Oral B VITALITY, ha creado la máquina perfecta. Me ha quedado claro durante estos años de fiel servicio, que este aparato portátil fue creado pensando en la excelencia. Un funcionamiento impecable, sin fallos, un diseño complejo que sorprende por su sencillez. Eso es lo que este Oral B VITALITY me ha ofrecido, no hay ningún solo punto criticable. Su cargador es un diseño que supera todo lo visto hasta este momento tanto por su simplicidad como por su buen funcionamiento, el cable que alimenta a la base de recarga tiene la calidad suficiente como para poder calificarlo de perfecto. La base encaja a la perfección con el cuerpecillo del cepillo y un detalle que no se me escapa es como los ingenieros de Braun han resuelto la seguridad desde un punto de vista eléctrico, como ya sabemos, la electricidad y el agua no se llevan muy bien y si a esta mezcla le añadimos la poca capacidad mental de algunos homo-sapiens sapiens, creamos una mezcla explosiva que irremediablemente debería de terminal mal, pero no, el diseño perfecto del dispositivo resuelve este asunto con inteligencia. Y lo hace resinando el primario del transformador y haciendo que el secundario, el control y el motor se mantengan en el cuerpo de cepillo, para de esta forma conseguir una pieza de carga sumergible al agua (el cepillo no es sumergible) y evitar que patanes se puedan suicidar accidentalmente. La duración de la batería es perfecta pensado en la relación peso/eficiencia/coste. En cuanto al funcionamiento es claramente muy superior al rendimiento que un individuo puede obtener con un cepillo manual, eliminando y por consiguiente obteniendo unos resultados de limpieza bucal notablemente más altos. El único problema que le veo a este aparato es que, debido a tanta excelencia de funcionamiento puede que le cojas cariño y al igual que yo, no sepas desacerté de él.