Es un aparato imprescindible que tiene dos misiones: una crear objetos por adición de material y por otro lado abrirte la mente.
Me queda claro que las impresoras 3D no son máquinas aptas para todos los públicos. Son máquinas adecuadas para ese pequeño grupo de personas dotadas de paciencia, tesón y un mínimo de conocimiento técnico.
La Anycubic i3 Mega, tiene una mesa caliente de 210 x 210mm. Por su parte el eje Z se eleva hasta 205mm. Con los filamentos de PLA y ABS de 1,75mm funciona correctamente. De serie viene prácticamente ensamblada a falta de montar el puente que sustenta a los ejes Y y Z. Apretando 8 tornillos, 4 a cada lado de la bancada y conectando un par de buses, terminas el montaje. La nivelación también es un proceso sencillo, se liberan los motores por software pulsando dos iconos en la pantalla y se regula la altura de la mesa en relación al cabezal con un folio. Todo el proceso te puede llevar 45 minutos contando con que vas leyendo el manual y vas despacito para no cagarla. Una vez hecho esto, empieza lo interesante, poder imprimir todo lo que necesites e imagines.
Terminado el montaje y la nivelación, lo siguiente que hay que hacer es imprimir los búhos de ejemplo que Anycubic te los da ya preparados dentro de una cutre SD, que más te vale la reemplaces por otra de mayor calidad. No es un tema grave, pero la SD que trae de serie la máquina es una porquería. Pero está bien como detalle para poder poner en marcha el aparato sin tener que estar buscando entre los cajones alguna tarjeta perdida de algún GPS muerto por obsolescencia. Cuando le das a PRINT por primera vez y ves que funciona es un momento mágico. Ver que de la nada sale un objeto más o menos simpático, cuanto menos es sorprendente y lo mejor de todo es que para crear nuevos objetos no necesitas nada más que estudiar un poco de Freecad. Freecad, es una herramienta de software libre que si se domina y se usa adecuadamente hace que adquieras un conocimiento imprescindible e impagable. Con Freecad puedes crear las piezas que se te pasen por la cabeza. Como todo, requiere de un poco de estudio, pero con un poco, puedes hacer mucho. Una vez tienes la pieza dibujada necesitas el Post Procesador y ahí es donde aparece Cura, otro software de código abierto que los manitas pueden usar para convertir la pieza que han diseñado en Freecad en una matriz de puntos que pueda interpretar la impresora y así crear a base de múltiples capas un objeto.
Volviendo a la impresora, la Anycubic i3 Mega se monta rápido y los acabados de las piezas que la forman, no son muy malos. La estructura es de chapa pintada de negro, el eje Z lleva dos varillas de guía y está apoyado por dos usillos roscados uno a cada lado del puente. Los ejes Y y X tiene un peor remate, los usillos han sido sustituidos por correas de goma y dos poleas motorizadas. Después de hacer unas cuantas piezas lo que observo es que esta solución del uso de poleas para los ejes Y y X penaliza en el acabado de las piezas, no es crítico, pero un usillo a cada eje le daría otra pinta a la máquina, y las piezas podrían tener un acabado más fino. Aun así, los resultados que se obtienen con esta impresora son buenos.
La mesa caliente funciona muy bien, pero no es perfecta, para asegurar una buena adherencia de las piezas, yo le echo a la mesa antes de empezar a imprimir, laca de pelo, concretamente uso una de L’Oréal “ELNETT laca fijación fuerte”, una vez retiro la pieza, le paso a la mesa una bayeta húmeda para retirar los residuos que pudieran quedar. Este es el único truco que conviene conocer, ya que, si no se usa algún tipo de adhesivo de fácil limpieza, existe el riesgo de que el cabezal arrastre las primeras capas y estropee un trabajo que puede durar horas.
Antes de comprar nada, particularmente empezaría por aprender a usar Freecad, haciendo un curso en forma de video tutorial. De Cura no me preocuparía ni un segundo, el uso es muy sencillo. Una vez terminado el video tutorial, es el momento perfecto para adquirir una impresora 3D y esta Anycubic i3 Mega, a mí, me parece perfecta.