Moroccanoil vs LuxeOil

Siempre se ha dicho que las comparaciones son odiosas, incluso comparando 2 marcas capilares profesionales líderes de ventas, una sale como absoluta ganadora y la otra como una clara perdedora. En esta ocasión quiero comparar el aceite de argán Moroccanoil frente al elixir LuxeOil de Wella, había leído multitud de opiniones sobre uno y otro producto pero no conseguía encontrar un artículo en el que se comparasen ambos serums capilares, por lo que me he animado a describir ambos productos para aportar mi opinión comparativa sobre uno y otro.

Desde hace un par de años empleo el aceite capilar de Wella, tanto en mojado para desenredar el cabello y evitar el uso de acondicionador capilar que apelmaza y engrasa el pelo, como en seco tras el alisado con las planchas, para aportar brillo e hidratación en las puntas. Mi satisfacción es tal con el elixir de Wella, que se ha convertido en uno de mis imprescindibles en mi rutina capilar para tener el pelo perfecto pese a alisármelo a diario, me aporta hidratación, brillo, evita el encrespado y al tener en la composición queratina reestructura el cabello. Se aplican una o dos pulsaciones de medios a puntas aportando una suavidad instantánea. Mi pelo es fino pero abundante y tras su aplicación noto el cabello con más peso y soltura pero sin sensación de apelmazamiento ya que es un aceite seco que se absorbe enseguida, aportando un suave aroma almendrado pero sin dejar residuos ni engrasar el cuero cabelludo.

En mi última visita a la peluquería me comentaron que se habían quedado sin ninguna unidad del aceite de Wella que empleo habitualmente, y que en su lugar habían recibido el tratamiento de Moroccanoil, el cual adquirí sin dudarlo en base a las especificaciones que la peluquera le atribuyó. El PVP mucho más elevado, 44 euros frente a los 30 del LuxeOil, según la peluquera la diferencia de precio estaba justificada en base a la pureza del producto, con propiedades superiores respecto a la calidad del resto de las marcas comerciales y me aseguró que mi pelo iba a notar la diferencia. Tenía razón, mi cabello os aseguro que lo notó pero a peor, mucho más grasa en las raíces, pelo apelmazado sin apenas volumen y más que conferir hidratación a mi melena parecía que me había untado aceite de oliva en el pelo y además me había gastado 44 euros en un diminuto frasco de cristal de 100 ml.

En definitiva, me acabé comprando en otra peluquería el aceite de Wella y arrinconando en el armario del baño el frasquito de Moroccanoil, que no quiero decir que no sea un excelente producto capilar para cabellos gruesos y espesos, pero tal vez no el más apto para mi tipo de pelo fino. En mi caso deberían haberme aconsejado en el salón de belleza la versión light del tratamiento de Moroccanoil.

El aceite de Moroccanoil es un excelente producto que puede emplearse como acondicionador aplicado en las palmas de las manos y trabajando después los medios y las puntas del cabello o para aportar un acabado más pulido a las puntas, proporcionando brillo, nutrición e hidratación. Desde mi punto de vista, el serum Luxeoil aplicando poca cantidad, bien repartido y trabajándolo con las manos, se adapta mejor a las necesidades del pelo fino.