Este Aitor Zero en versión pavonada en negro es un cuchillo de espiga enteriza de 24 cm de longitud, afilado cóncavo y punta de lanza. La hoja tiene un grosor de 5mm, anchura de 3.5 cm y una longitud de 12 cm. El material es un acero Mova de muy buena calidad y fácil reafilado.
El mango es de Micarta color negro fijado con tornillos allen y tiene 12 cm de longitud. En el pomo tiene un agujero donde va insertada una barrita de ferrocerio sujeta con un tapón roscado.
La funda es de cordura y poliamida de muy alta calidad. Todo un plus por su aspecto, dureza y funcionabilidad que aumenta el valor del conjunto.
Aunque nos encontramos ante un cuchillo de estilo táctico la verdad es que es un cuchillo que por su calidad, equilibrio y tamaño me ha enamorado desde el primer momento.
Los amantes del bushcraft pueden pensar que debe ser complicado su uso para trabajo fino en madera. Desde luego no es una herramienta ligera pensada específicamente para ello, es más un cuchillo pensado para poder hacer algo más.
Para mí que no me gusta salir con más de un filo es perfecto para tareas pequeñas y medianas. Bien afilado cumple muy bien con tareas finas, bien para batonear dentro de un rango de madera adecuado para su tamaño y que cumple en el macheteo de manera digna, aunque se queda un pelín corto con materiales de cierta anchura.
Otro punto a su favor es la punta de lanza. Al ser una hoja gruesa es muy fuerte. Si se trabaja de manera adecuada aguanta lo que le pongas por delante.
La funda tiene el cierre por pasador típico en los cuchillos de Aitor que sujeta perfectamente y permite una suelta rápida.
Preparada para atar al cinturón, lleva sistema Molle y una pieza extra que permite una sujeción para llevar la funda más baja y poder soltarla muy fácilmente sin tener que quitártela del cinturón. Otro punto positivo.
La funda, a su vez, viene con un bolsillo vacío en el que puedes agregar lo que te parezca necesario. Piedra de afilar, cerillas, etc.. En mi caso he agregado una navaja multiusos Victorinox que siempre viene bien.
Como detalle, para mí importante, la espiga sobresale un pelín por encima del mango lo que impide que se golpee el mango al hacer batoning.
Como conclusión es un cuchillo perfecto para llevar en mis salidas al monte.
Por su forma, tamaño, peso y funcionalidad del conjunto, es sin duda mi favorito.